Albarracín (Teruel)

Albarracín es una localidad del suroeste de la provincia de Teruel, en la comunidad de Aragón, España.
La localidad es Monumento Nacional desde 1961 y se encuentra propuesta por la UNESCO para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la belleza e importancia de su patrimonio histórico. Se encuentra a tan solo 35 kilómetros de Teruel.
El casco antiguo se encuentra construido sobre las faldas de una montaña, rodeada en casi su totalidad por el río Guadalaviar. 
Al norte se encuentra la sierra de Albarracín y al sur los Montes Universales. En su término municipal a unos 5 km de la localidad se localiza el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno.
 El pueblo está encaramado en un peñón y rodeado por el Guadalaviar. Por este lado y mirando hacia el río se hallan edificadas las casas colgadas.
 Dentro del pueblo sus calles son empinadas y estrechas, con rincones muy pintorescos. La construcción ofrece la original arquitectura popular con la forja propia de la provincia además de tener el color rojizo característico llamado rodeno.

Sus calles se adaptan a la difícil topografía del terreno, con escalinatas y pasadizos y en el conjunto de su caserío de muros irregulares, de color rojizo, con entramado de madera, en difícil equilibrio, con aleros que se tocan. El yeso es material característico en Albarracín, más incluso que la piedra. La arquitectura de madera y yeso es más liviana que la de piedra, lo que reduce el volumen de materiales a utilizar, y en el caso de la ciudad economiza el costo de la obra por la dificultad de acceso de los mismos a ésta.

La ciudad se divide en dos zonas:
- La parte antigua, la Ciudad, con sus casas colgadas sobre la hoz del río.
- El Arrabal, situado en la vega del Guadalaviar.
  
Cuenta con abundantes monumentos, como:

 - Catedral del Salvador: situada junto al castillo; es del siglo XVI con una sola nave y capillas laterales. En su museo hay buenos tapices historiados con la vida de Gedeón.
 - Palacio episcopal: se encuentra junto a la catedral. Tiene la portada barroca.
 - Casa Consistorial: se encuentra en la plaza del Ayuntamiento. Es del siglo XVI, con balcones de madera y un corredor corrido sobre el río.
 - Casa de la Julianeta: casa de construcción popular, se encuentra en el Portal de Molina


 - Castillo: ubicado en el casco antiguo y actualmente en proceso de restauración, se encontraba casi en ruinas. Se conservaba solamente su recinto amurallado. Fue alcázar musulmán de la familia bereber de los Banu-Razin, durante el reino de Taifas en el siglo XI, que dio nombre a la ciudad. Tiene una bonita panorámica desde la carretera.
 - Murallas del siglo XIV, de construcción cristiana.

 - Torre del Andador, de aparejo musulmán del siglo X y XI, reforzada con un pequeño recinto rectangular.
 - Torre de doña Blanca, simétrica a la del Andador, se halla en el extremo del espolón.
 - Torre de la Muela, hoy desaparecida; similar a las del Andador y de doña Blanca, se hallaba al otro lado del río.
 - Museo de los juguetes (que encantará a los más pequeños, y llevará a los mayores a recordar una dulce etapa de su vida).

Pero el monumento principal de Albarracín es la ciudad misma, con todo su sabor popular y aristocrático, reflejo de su historia y del buen hacer de sus gentes.
Se recomienda llevar calzado cómodo pues todas las calles están empedradas.
Una propuesta interesante es realizar un paseo junto al río Guadalaviar a través de una senda que permite recorrer el meandro que forma dicho río sobre la ciudad de Albarracín. Puedes empezar desde el Parque Municipal o desde un camino que arranca a mitad de la carretera que sube al centro histórico, antes de llegar a la iglesia de Santa María, o desde el camino bajo el Portal del Agua

En la Sierra encontramos también fuentes, manantiales, lagunas y nacimientos de ríos, como el Tajo, Guadalaviar, Cabriel y otros de menor importancia fluvial, formando caprichosos remansos, pozas, cascadas.... Todo esto unido al aire limpio y fresco que aquí se respira y al verdadero espectáculo que ofrece el cielo por la noche, hacen que un recorrido por estos bellos y tranquilos parajes dejen un recuerdo inolvidable al viajero.

El clima lluvioso favorece la proliferación, en otoño, de gran variedad de setas, convirtiéndose en estas temporadas en un auténtico paraíso para los micólogos, siempre que se obtenga el correspondiente permiso de los agentes forestales.


Fiestas , Tradiciones y Gastronomía

El 8 de Septiembre se ofrece un homenaje a la patrona de la localidad, Santa María de Albarracín, y el 14 a su patrón, el Cristo de la Vega. Además del 15 al 17 del mismo mes se organizan los tradicionales encierros de toros, que tienen gran tradición y arraigo popular.

A mediados de Enero se celebran las hogueras de San Antón y el 30 de abril se cantan los Mayos, coplas que exaltan la belleza femenina.

De su artesanía podemos destacar la forja, presente en rejas, balcones y puertas, cantería y cerámica.

No hay nada más reconfortante y placentero que probar la sabrosa cocina aragonesa, platos hechos con recetas simples, pero exigentes en productos auténticos y de calidad.

Especial mención merecen: ternasco de Aragón, estofado de ciervo, caldereta de cordero, conejo escabechado, migas con uva, farinetas, gachas, gazpacho de pastor, sopas de ajo, revuelto de setas, huevos con jamón, truchas al vino..., y por supuesto todos los productos derivados del cerdo, jamón serrano, conservas, embutidos..., siempre acompañados de buen pan y excelente vino, y entre los postres destacan las famosas almohábanas de Ben Razin.



1 comentario :

Anónimo dijo...

Un pueblo muy lindo y bastante tranquilo, de esos que no se pueden dejar de visitar. Muy buena entrada.