El valle de Otal es un valle de alta montaña del Pirineo de Huesca situado en la comarca de Sobrarbe.
Otal es un valle secundario de Bujaruelo con forma de "U", propia de los Valles que fueron moldeados por los hielos de los glaciares. El valle finaliza en el circo de Otal . Desde aquí, a través del collado de Tendeñera, a los pies del pico homónimo, se puede pasar hacia Panticosa y el Valle de Tena.
Para llegar al valle de Bujaruelo, el acceso hay que hacerlo desde la localidad de Torla dirección al valle de Ordesa, pero desviándose en el Puente de los Navarros a la izquierda (que es donde está la entrada al Parque Nacional). Al poco de entrar en ese desvío, tomamos una pista que nos lleva a través de una garganta, donde se cruza la desembocadura del Barranco de Sopeliana, que baja de las alturas del Mondarruego, siempre acompañados por el río Ara.
Después de recorrer los casi 4 Km. de pista irregular desde el Puente de los Navarros, se llega a la pradera de San Nicolás de Bujaruelo, donde se encuentra el camping y refugio valle de Bujaruelo.
Pasado el refugio de Bujaruelo, se toma el camino que sale detrás de él, dejando el puente románico a la derecha sin atravesarlo, y se sigue la pista que al poco está cerrada a la circulación rodada.
Puente románico sobre el río Ara en San Nicolás de Bujaruelo
A unos 20 minutos encontramos una fuente y un desvío. La pista que sale a la derecha es la que lleva hacia el valle de Ordiso, y la pista de la izquierda es la que lleva hacia el valle de Otal en un recorrido de zigzag.
Mirando hacia el noroeste podremos ver los picos de Ordiso (2.320 m) y Asperillo (2.355 m). Al fondo, dirección norte divisamos el Vignemale (3.300 m). Poco a poco se va ascendiendo por la pista en un zigzag prolongado, que nos llevará hasta la misma entrada del valle.
Por el camino vislumbramos la magnífica naturaleza que nos rodea y que no nos deja indiferentes, ya que estamos rodeados por impresionantes montañas.
Después de una hora de recorrido desde el desvío, llegamos a la entrada del valle de Otal.
La vista es fantástica, y se puede escuchar el silencio. Nos sentimos empequeñecidos por la visión del valle plano y sin árboles, pudiendo contemplar al fondo del mismo la cumbre del Tendeñera, de 2.853 m.
Valle de Otal
En cuanto a la fauna es posible encontrar rebecos y marmotas, aunque eso sí, dependiendo de que se dejen ver. A los rebecos hay que intentar localizarlos por las estribaciones de los picos y las marmotas a lo largo de toda la pradera del valle.
A la hora y media (siempre tomando la referencia desde el desvío de la fuente) llegamos al final del valle donde hay una cabaña de pastores, y llegados a este punto, podemos hacer un descanso y gozar de la espléndida naturaleza que nos rodea.
El regreso se hace por el mismo camino, pero con la diferencia de que la duración del mismo es menor (aunque ello depende de las paradas que hagáis para seguir disfrutando de lo que os rodea).
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